Después de casi dos meses en el dique seco, parece que el sol empieza a clarear en el fondo y vamos saliendo adelante. Para los que no me sigáis, desde el día de Nochebuena que noté un pequeño pinchazo en la rodilla izquierda, no he levantado cabeza. Tenía un dolor en la rodilla, que, por ejemplo, no me permitía rodar sin dolor, pero si me permitía ir rápido. Como todos sabéis, es imposible ir rápido todos los días, así que casi que no he acumulado kilómetros. Probé a parar unos días, pero después de una semana de descanso, la molestia seguía siendo exactamente la misma. Fui al médico, me hicieron una ecografía... nada de nada. Fui al fisio, me estuvo diciendo que sería de la espalda... nada de nada. Volví a hacerme otra ecografía, y seguía sin haber nada, ni mejoras en la rodilla. Decidí ir al podólogo, quién creo que dio con la tecla. Me retocó las plantillas y después de una semana, sigo con una pequeña molestia, pero que ya sólo es molestia y no dolor, y que me permite hacer rodajes, cosa que ya casi ni sabía que existían. Estos dos meses de entrenamiento los puedo resumir como "algo rapidito un día a la semana y un trote cochinero los otros".
Aún es pronto para cantar victoria, porque como he dicho, sigo notando algo, pero encadenar una semana completa de entrenamientos era algo que no hacía hace dos meses. Esperemos que siga así y que vuelva a tener las sensaciones que tenía en diciembre. Saludos.
Me alegro que todo vaya mejorando. Ahora a ponerse fino otra vez poco a poco. Dale cañaaaaaa
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