lunes, 10 de agosto de 2009

IV Acuatlón Playas de Chiclana


Este domingo se celebro en la Playa de la Barrosa la cuarta edición de este acuatlón. Como sabéis, ahora que me encuentro en periodo de descanso y no suelo trotar (y digo eso, trotar, porque voy superlento y sin mirar siquiera el reloj) más de dos días en semana. Para hacer cosillas nuevas e ir probando, decidí apuntarme al acuatlón, por eso de ver el ambiente que se vive en estas pruebas.
Desde el principio me di cuenta de que aquí, la gente es más, digamos "profesionalizada", en el buen sentido de la palabra. Aquí, por decirlo de alguna manera, todo en mundo "anda" y va bien, y eso es un problema para mí, ya que además de estar sin entrenar, la natación, aunque me gusta, no es un deporte ni que se me de bien, ni que le dedique el tiempo que hay que dedicarle para ir medio bien en la prueba.

A lo que íbamos, la prueba consistía en 2,5 km corriendo por la playa (igual que en la carrera de playa de la Barrosa homenaje a Rafael Carmona), para luego hacer 1000 m a nado en un circuito triangular en la playa al que había que dar dos vueltas, y terminar con otros 2,5 km de carrera a pie.

Llegué a la recogida de dorsales, y como el mundo es tan pequeño, me encontré con amigos, ya sean del club, una compañera de facultad, gente que va a ver la competición... y menos mal que me encontré a Gonzalo y me dejo el elástico ese que usan los triatletas para ponerse el dorsal y quitárselo para correr... porque llevaba yo media hora pensando que nadar con el dorsal tenía que ser algo incómodo. Después de un ratillo de calentamiento, a eso de las 10:25 comenzó la carrera. Los primeros 2,5 km corriendo, la verdad que para estar parado ya desde hace dos semanas me encontré bastante cómodo, incluso creo que iba entre los 12 primeros. Pero llegó el agua, y como he dicho antes, mi objetivo era salir de la misma para ya saber que acababa. Costó bastante trabajito, había oleaje y no me orientaba lo suficientemente bien, además de que me costaba coger el ritmo de movimiento de los brazos. A lo que íbamos, se trataba de salir del agua para llegar a la carrera y saber que así terminaría.
Al final los otros 2,5 km de carrera se me hicieron cortos. Puede que porque no me esforcé lo suficiente (antes de empezar tenía claro una cosa, iba a hacerlo lo mejor posible, pero tampoco iba a darme un palizón, principalmente porque no estoy acostumbrado a esto). Aquí os dejo unas fotillos de la salida de la prueba, del tramo de salida del agua y una ya en meta con mi amigo Jaime... deja que aprenda a nadar un poquito jejeje, que ya te intentaré coger.
Sólo decir que una experiencia nueva, muy gratificante y exigente, y se la recomiendo a cualquier persona que, defendiéndose en el agua quiera probar cosas nuevas y le gusten los retos. Otro día que pueda, y que encuentra una bici decente, a por un triatlón. Saludos amigos

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